BRISTOL Y SU IMPORTANCIA PARA LATINOAMÉRICA
N o hace más de una semana que el trabajo minucioso de los Hermanos Saúl Apolinaire y Víctor Guerra sobre el ritual de Bristol llegó a mis manos. En pocos días lo leí con el frenesí que la ansiedad requería, previendo acertadamente que se convertiría en un libro de relectura y consulta asidua. Para quienes provenimos de masonerías latinoamericanas, poco propensas a cuestionarse sobre el origen real y no mítico de sus fuentes rituálicas, de sus tradiciones particulares y siempre dóciles a cierto canon pétreo de una bibliografía desteñida, un libro de esta naturaleza no puede sino ser vitoreado como una brisa fresca y auspiciosa para inquietudes vivas. Alguna particularidad vinculada a sus autores constituye una pista no menor de una trama que puede (aunque no quisiera llevarme por un excesivo entusiasmo) llegar a desarrollarse y ramificarse en la masonería hispano hablante de América: uno de sus autores es