Platón y el atávico simbolismo del Mediodía
El arte de la traducción ciertamente es difícil. El viejo refrán italiano que juega con la similitud entre los términos traductor (traduttore) y traidor (tradittore) da cuenta de lo arduo de dicha ocupación. Es por eso que la remisión a los textos originales y a sus traducciones más fieles puede aportarnos nuevas luces que orienten el verdadero sentido de la obra y, en ocasiones, descubran detalles que abran la puerta a fructíferas investigaciones. En el caso que ahora nos ocupa, tenemos el siguiente fragmento del “Fedro” de Platón: Μήπω γε, ὦ Σώκρατες, πρὶν ἂν τὸ καῦμα παρέλθῃ. Ἢ οὐχ ὁρᾷς ὡς σχεδὸν ἤδη μεσημβρία ἵσταται ἡ δὴ καλουμένη σταθερά; Ἀλλὰ περιμείναντες καὶ ἅμα περὶ τῶν εἰρημένων διαλεχθέντες, τάχα ἐπειδὰν ἀποψυχῇ ἴμεν. [i] En la traducción que publicara en 1871 Patricio Azcárate, el fragmento aparece traducido del siguiente modo: “FEDRO:- No, Sócrates, aguarda á que el calor pase. ¿No ves que apenas es medio día, y que es la hora en que el sol parece det...