LOS RITUALES Y SU IDEOLOGÍA

La incansable labor de Victor Guerra y de muchos HH.`. del Círculo de Estudios Roëttiers de Montaleau ha generado debates intensos y un análisis encarado desde una racionalidad crítica que se aplaude por necesaria. Este análisis no tiene, evidentemente, un carácter necesariamente panegírico del Rito Moderno, sino que, buscando las raíces del rito fundacional de la masonería moderna, pretende desentrañar nada más ni nada menos la complicada naturaleza de los hombres que se deja traslucir a través de los siglos y de la variopinta tradición masónica. La labor de Victor Guerra y del fresco aliento del Círculo de Estudios del Rito Moderno Roëttiers de Montaleau parece exprimir la historia de este fenómeno sociológico de la edad moderna para poder aprehender su esencia, en donde parece residir su perennidad, su humana perennidad. 

Y no era, pues, extraño que la dialéctica que estimula no generara intercambios altamente valiosos para comprender nada menos que la Historia de la institución y la sistematización de las ideas que dieron origen a los rituales modernos. El intercambio epistolar (sospecho que en esta era de los mails este término puede parecer anacrónico, pero no existe neologismo que yo conozca para esta adjetivación) entre Victor Guerra y Guillermo Fuchslocher constituye sin lugar a dudas una exquisitez intelectual para aquellos que pretenden alcanzar esa segunda mirada que tanto definen a los sabios constructores. La feliz traducción del Regulateur constituye la ocasión para este intercambio de pareceres. La contextualidad histórica es sopesada, caracterizada y esquematizada brindando a la vez un orden analítico y sintético sobre el curioso y vivo Rito Francés. 

Rescato, finalmente, el llamado a la acción que se expresa en la cuarta característica expuesta por Fuchslocher. Para quienes nos hemos creado y criado en el sincrético y especulativo escocismo latinoamericano de estos tiempos, este llamado al trabajo rituálico para la acción constituye la prueba definitiva de que la masonería del S.XXI no se mira el ombligo y sale a despojarse de la vanagloria, la ignorancia y la farsa en un mundo que exige acciones concretas y compromisos coherentes de parte de quienes sostienen ideas progresistas.

Un texto, en definitiva, esclarecedor y motivante.



Reflexiones sobre la importancia ideológica de los rituales y evolución de la ritualidad francesa


El Hermano Guillermo Fuchslocher. Aunque nunca ha estado rodando por este blog si que ha estado por nuestras cabezas y mentes, porque aunque estábamos en aquellos momentos el GODF, este nunca se preocupó de nuestra formación como principiantes del Rito Moderno o Francés, o uno sabía francés y tenía dinero para comprarse los libros del la Obediencia que por cierto cuando no fueron rentables en vez de regalarlos a las logias p ponerlo muy baratitos para la adquisición de los Hermanos , pues no,  se vendieron en oferta a Amazón… pues eso o  uno o los compraba o se quedaba con las ganas de saber algo sobre el Rito Francés o esperaba a que alguien hiciese algo que se pudiese leer….

En general y aunque ahora todos escribimos, y todo somos adalides del universalismo y cantamos fraternidades y hablamos del Rito Francés a trote y moche, pero la triste realidad es que en esos tiempos nadie escribía del tema , ni en aún en planchas.

En mi logia madre, escuché de todo .. temas sobre la homosexualidad, el blanco sobre negro ideológico, la iglesia, la mixtidad… pero muy poco por no decir nada sobre el Rito Francés,  y las actas están ahí para atestiguar lo que digo, y cuando yo lo hacía, o sea presentaba planchas sobre el RF,  el personal logial ponía mala cara por aquello de dar la lata con el Rito Francés.. lo que son las cosas… y  lo mismo pasaba con  respecto a los Hermanos latinoamericanos se pasaba de ellos como del carajo, hoy todo son fraternidades vengan de donde vengan, es lo que tiene la masonería relacional…y exaltaciones a los Grados de Sabiduría con dos viajecitos al año a Francia....

Y que pinta en todo esto Guillermo Fuchslocher, pues el fue el primero que nos puso a algunos en guardia con sus textos sobre el Rito Francés de él lo ignorábamos todo, hasta creí que era un Hermano latinoamericano en Paris, digamos que un “mohicano” en la revolución de los adoquines.

Y el con ese texto sobre Rito Francés que está ahí sin apenas presión, pero se va colando abre vista y oídos  para una experiencia que no es relacional, sino vivencial, y el la comunica sabiendo que el rito Moderno es sibelino, que no se deja atrapar en luces y escenografías, que es puro debate y pura filosofía, pero no desde el atrio profano sino desde la sombra de la Tenida, desdela observación desde la reflexión , el Hermano Guillermo nos aportó las primeras silabas y letras a nuestra caletre, nos las silbó a nuestra orejas para que nuestros ojos buscaran el sentido a todo lo que veíamos que no por simple es menos complejo. 

Hoy me enorgullezco que conocerle y tener con el amistad y careto abundante sobre lo que nos preocupa, y mientras otros más cercanos nos denigraban o nos hacían de menos, desde otras latitudes que “otros hermanos califican de miasmas” se reflexionaba sobre nuestro trabajo para el debate en logia, no para las lamparitas relacionales, sino para conocer y para discernir.

Pues bien , ese intercambio descubrí por que me lo hizo llegar una plancha que el Hermano Guillermo hizo  y que dos años más tarde he tenido conocimiento y que hoy doy a conocer con permiso del autor y su nota.

Víctor Guerra


NOTAEste texto fue La respuesta a un correo electrónico, escrita a “vuelapluma” en junio de 2009, y configura un artículo de opinión en el que los datos aportados contextualizan y ejemplifican las opiniones vertidas, pero no responden a una investigación realizada ex profeso. Al momento (noviembre de 2011) debe recurrirse a los resultados de las últimas investigaciones académicas sobre este tema, efectuadas por el querido hermano Víctor Guerra.

Guillermo Fuchslocher.
Nuestro Q:. H:. Francisco Jaramillo pidió nuestra opinión sobre un correo del Q:. H:. Victor Guerra, Presidente del Circulo de Estudios de Rito Francés “Roettiers de Montaleau”, quien refiere que un equipo de miembros españoles y mexicanos del Círculo que preside “…ha finalizado la traducción completa en lengua española de los rituales de los tres primeros grados simbólicos del Rito Francés según el ritual publicado en 1801 con el nombre de “Régulateur du Maçon” a partir de los manuscritos de 1783 ….

- Este trabajo que permite aproximarnos a una práctica cercana a la tradición de los modernos no se ha limitado simplemente a una traducción literal del texto, donde para evitar posibles vacíos o incoherencias, se ha procedido a un estudio comparativo paralelo y contrastado con otras diversas fuentes del XVIII y XIX, así como con rituales en práctica del RF Tradicional, lo cual llevará a la publicación en breve de una edición comentada de este compendio ritualístico desde un punto de vista histórico, simbólico y formal.- Se trata del primer trabajo en español del que tengamos constancia que sigue fielmente esta obra de referencia, dado que las más semejantes practicadas por algunas Obediencias, presentan sustanciales modificaciones y adecuaciones a particulares usos, modificando, entre otras cuestiones, la naturaleza y composición del cuadro de Oficiales, Tableros de logia y determinados procedimientos en el ritual.” (Correo de 23 de junio de 2009).

Este trabajo del Circulo de Estudios de Rito Francés “Roettiers de Montaleau” es importante y extenso, ya que el Regulador de 1801 es una obra de cerca de 400 páginas, que incluye los rituales de los tres primeros grados, de cuatro de las cinco órdenes superiores que actualmente conforman el Rito Francés o Moderno, y de los trabajos de banquete. Más de 250 páginas corresponden a los grados simbólicos. Pero lo más relevante es el estudio comparativo que se menciona, que seguramente permitirá aclarar algunas dudas históricas, como ya lo han hecho otros estudios realizados por integrantes de dicho Círculo de Estudios, los cuales resultan muy valiosos para nosotros, ya que en este lado del mundo, y pese al Internet, disponemos de muy pocas fuentes de consulta sobre el Rito Francés, a lo que se suman nuestras limitaciones en lo que tiene que ver con el idioma francés.

El Regulador del Masón, según la edición que hemos revisado (Les Éditions du Prieuré) es una reproducción de una edición de 1801 del Gran Oriente de Francia, pero en la Wikipedia francesa se menciona que dicha edición de 1801 fue realizada por un impresor inescrupuloso, que incluye modificaciones respecto de los rituales utilizados por el GOF. De todas maneras, se trata de una compilación y/o codificación de rituales, realizada de 1783 a 1786, sobre la base de rituales manuscritos de 1783, los cuales se considera son muy similares a los rituales utilizados entre los años 1740 a 1760, los que a su vez no tendrían mayores diferencias respecto de los rituales originales traídos de Inglaterra a poco tiempo de fundada la Gran Logia de Londres en 1717. Si esto es así, y dado que esta ritualidad no es radicalmente diferente a la utilizada actualmente por el Rito Francés, podría considerarse que este Rito sería el más cercano a aquel tipo de masonería que surgió en Inglaterra hace 292 años.

Una diferencia de los rituales constantes en el Regulador de 1801 respecto de los rituales que usamos en la Logia Eugenio Espejo, que son una traducción de los utilizados en la actualidad por el Gran Oriente de Francia, es que ellos incluyen, por una parte, la declaración de principios del Rito, en la cual destaca su defensa de la absoluta libertad de conciencia y la negativa a realizar afirmaciones dogmáticas, y, por otra parte, en los juramentos de cada grado aparece la fórmula ALGDGADU. Esto concuerda con una nota histórica constante en el Cuaderno del Grado de Aprendiz vigente, que afirma que los rituales de 1786 incluían la fórmula ALGDGADU.

Pero esta diferencia entre la postura oficial -no meramente individual- sobre libertad de conciencia y creencias religiosas adoptadas y adaptadas por muchas organizaciones masónicas, que han originado fuertes confrontaciones y divisiones a nivel mundial, refleja la existencia de diversas concepciones masónicas, manifiestas en los rituales, lo que nos permite analizar la importancia ideológica de los rituales.

Desde esta perspectiva, una primera característica de los rituales radica en que los rituales suelen reflejar la evolución e involución social e ideológica de la microsociedad masónica en los distintos países donde se afinca. Para el caso, repasemos los principales momentos y características que determinaron la evolución de la ritualidad francesa:

a) Los primeros rituales de la más extendida rama de la Masonería Especulativa Moderna surgieron en Inglaterra con la creación de la Gran Logia de Londres en 1717, la cual, según el Rito Primitivo, constituyó una disidencia o complot conservador. Se considera que sus rituales estaban basados en rituales escoceses y/o irlandeses de cofradías masónicas católicas, los cuales fueron modificados a fin de reflejar el espíritu de relativa amplitud que quisieron darle a la naciente obediencia sus ideólogos y fundadores, para que ésta se constituyese en el brazo político de la recientemente instaurada dinastía inglesa hanoveriana, ya que desde el siglo anterior las organizaciones masónicas especulativas estuardistas y republicanas habían cumplido eficazmente un papel similar al de los actuales partidos políticos.

 Como la nueva dinastía necesitaba consolidarse y ganar adeptos entre sectores medios y altos pro monárquicos, pero divididos en distintas iglesias, se requería que su brazo político tuviese una ideología que estuviese por encima de las diferencias religiosas y brindase un espacio de paz y tolerancia, pero eso sí, sometiendo a todos al respeto al gobierno imperante y excluyendo las discusiones políticas, para lo cual recurrieron a la vieja fórmula política de la derecha: el apolitismo. Con estos principios se autoexcluirían la mayoría de los masones escoceses y católicos, quienes trabajaban en sus propias logias, política y militarmente, por la restauración de la Casa de los Estuardos; y los restantes masones republicanos del H:. Cromwell, enemigos de los monárquicos, que en su mayoría habían emigrado a América. Por tanto los rituales debían tener esta ideología más o menos amplia y tolerante y se conoce eran muy sencillos.

b) Estos primeros rituales ingleses, y la ideología que implicaban, fueron los que pasaron a Francia al poco tiempo de fundada la Gran Logia de Londres en 1717. Sin embargo, casi desde el principio, los sectores religiosos conservadores no estuvieron contentos con el relativismo religioso de la nueva obediencia. Como la nueva ideología les parecía peligrosa, trabajaron insistentemente por darle un carácter confesional a esta Masonería, lo que al final lograron en el Reino Unido.

 Tal vez la primera impresión que describe los rituales ingleses es de 1730, realizada por Samuel Pritchard “miembro reciente de una logia constituida”, con el nombre “La Masonería Disectada”, la cual refleja una gran sencillez ritual, pero no se tiene la certeza si se basa en los rituales originarios o en unos que ya incluyen modificaciones, luego de 13 años de creada la Gran Logia. En esta publicación consta el juramento sobre la Biblia “en presencia de Dios Todopoderoso”, pero datos interesantes son que los Vigilantes se encuentran al Occidente, como sucede actualmente en el Rito Francés; las tres luces de la logia son el Sol, la Luna y el Maestro de la Logia; y se usan dos palabras sagradas, B y J. Por su parte, en Francia, en 1745, se publicó “Le Sceau Rompu” (El sello roto), una descripción de la ritualidad francesa, considerada similar a la publicación inglesa de 1730. En esta publicación consta que las tres grandes luces son el Sol, la Luna y el Maestro de la Logia.

El juramento toma la forma de promesa y tiene una variante inicial “Prometo ante el Gran Arquitecto del Universo, que es Dios, y ante esta augusta Asamblea…” El juramento se efectuaba colocando la mano derecha sobre la Biblia. Sin embargo, uno de los mayores expertos sobre el Rito Francés, el Ex Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, Q:. H:. Arthur Grousseir, dice al respecto “…se sabe que en su origen la Gran Logia de Inglaterra no puso ninguna Biblia sobre el altar, y no será hasta 1760 que ésta sea considerada como una de las Grandes Luces de la Masonería. Nosotros no ponemos ningún reparo a que determinadas Grandes Logias exijan a los profanos que hagan su juramento sobre la Biblia. Esto puede ser exigido en nombre de la religión que profesen, pero no se nos puede exigir a nosotros en virtud de un viejo Lindero de la Masonería.- El Gran Oriente de Francia puede recordar que desciende directamente de la primera Gran Logia de Francia, fundada por los masones británicos. Durante dos siglos nunca hemos considerado la Biblia como una Gran Luz, y no hay ningún rastro de que en algún momento el trabajo en las primeras logias francesas se haya realizado en presencia de la Biblia. Muy al contrario, en los rituales más viejos que nosotros hemos conservado, los candidatos siempre han hecho su juramento sobre la Constitución y la Espada.” 

Además recuerda: “… los Deberes de 1723 declaran que "en tiempos antiguos, se exigía a los masones que fueran de la religión del país en el que vivían, pero que ahora se considera más conveniente antes que obligarles a esto, el que cumplan con la religión con la que todos los hombres están de acuerdo... es decir, ser hombres de honor y de buenas costumbres." Y más adelante Anderson especifica aún más esta idea diciendo: "y dejando a ellos sus opiniones particulares".- ¿Tenemos entonces el derecho a pensar, refiriéndonos a este texto que, imponer el dogma de la revelación divina, es formalmente contrario al texto y al espíritu de los antiguos deberes de 1723?” (Del Informe presentado por el Gran Maestro Arthur Groussier a la Asociación Masónica Internacional, en nombre del Gran Oriente de Francia. París 1939).

c) En distintas fuentes se citan unos rituales ingleses de 1730 y otros franceses de 1745 que son muy similares. Probablemente se refieren a los mencionados en el punto anterior pues, en efecto, tienen una gran correspondencia. Lo que no podemos hacer es incurrir en el sofisma de la falsa generalización y asumir que esos eran los únicos rituales utilizados en esos años, sobre todo tomando en consideración lo expuesto por el H:. Groussier. Pero lo que sí está claro es que la ritualidad inglesa y la francesa originada en la Gran Logia de Londres, a más de su origen común se caracterizan por su gran sencillez. Ellas serán conocidas posteriormente como Rito Inglés de los Modernos, la primera, y Rito Francés o Moderno, la segunda. En ambos casos el término Moderno se refiere al apelativo con el que tildó años después, la obediencia de los Antiguos, religiosa y conservadora, a los masones andersonianos ingleses, antes de que se fusionaran ambas según la concepción conservadora triunfante, y dieran lugar, a principios del siglo XIX, a la Gran Logia Unida de Inglaterra y al denominado Rito Emulación, basado principalmente en el ritual de los Antiguos, conocido en Latinoamérica como Rito de York.

d) Luego de los primeros años, aproximadamente a partir de 1730, se da un proceso de cambio y adiciones al ritual más agresivo, tanto en Inglaterra como en Francia. En Inglaterra con una fuerte influencia conservadora, que pretendió y logró dar un carácter muy religioso a los rituales, y en Francia con la inclusión de muchos elementos esotéricos y de altos grados que devinieron incluso en nuevos ritos. Los rituales adoptaron elementos y pruebas de antiguas iniciaciones con el propósito de impactar psicológicamente al subconsciente.

 Una de las corrientes que toma fuerza en Francia en esa época proviene de los masones conservadores y católicos escoceses y estuardistas, la que con el tiempo aportará el soporte doctrinario del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el cual, sin variar su espíritu tradicional, adoptó muchos elementos esotéricos, que en los orígenes de la Masonería Especulativa Moderna habían sido ajenos a ella.
e) En 1773 surge el Gran Oriente de Francia sobre la base de la anterior Gran Logia de 1728 y otros cuerpos simbólicos y filosóficos, y ese mismo año comenzó a trabajar una comisión de estudio de rituales, la que ya para 1780 produjo una aprobación de esos trabajos. Para 1849 un sector religioso conservador, influenciado por el giro confesional de la masonería inglesa, logró se apruebe la obligación de creencia en Dios para la iniciación. Pero en 1877 el Gran Oriente eliminó la fórmula ALGDGADU, con lo cual retomó y reafirmó el carácter laico de la masonería en tierras francesas. En concordancia con lo anterior, y no sin una dura disputa de los sectores laicos y confesionales en pugna, desde 1879 se produjo una reforma de los rituales que eliminó de éstos la fórmula ALGDGADU y otros elementos religiosos.

f) Junto con el proceso de laicización, en la segunda mitad del siglo XIX se produjo una reacción a la inclusión en los rituales de elementos esotéricos, de impacto psicológico y de antiguas iniciaciones, la cual estuvo fuertemente influenciada por el positivismo. Esto se concretó a partir de 1886 (Rito Aimable), lo que aportó y quitó a los rituales, pues les devolvió la sencillez originaria y le dio al Rito Francés un claro carácter racionalista, que no pretende impactar al subconsciente con dramatizaciones ritualísticas, sino la comprensión racional del proceso iniciático, pero sacrificó algunos importantes elementos simbólicos.

g) La síntesis vino dada en el siglo XX, a partir de 1938, de la mano del Gran Maestro Arthur Groussier, quien retomó muchos elementos simbólicos, pero sin sacrificar el carácter laico y racionalista del Rito. A sus trabajos, que dieron como resultado una reforma ritual, suele conocérselos como Rito Groussier, lo que no hace relación a un rito distinto, sino a esta versión del Rito Francés.

h) El actual ritual de referencia del Rito Francés con el que surgen las nuevas logias del Gran Oriente de Francia, se basa en la edición de 1953, reeditada en 1979, y se fundamenta en los trabajos del H:. Groussier, en una versión simplificada, que incluye elementos básicos o mínimos, de carácter obligatorio, y una serie de elementos adicionales optativos.

i) Los rituales que utiliza nuestra Logia Eugenio Espejo provienen de dos fuentes: una traducción propia de los rituales de referencia del GOF, según los cuadernos de cada grado, y una traducción y modificación de los mismos realizada por el Gran Oriente Latinoamericano. Los rituales franceses publicados por Pentalpha corresponden a la primera fuente, revisada y corregida, para que reproduzcan con mayor fidelidad la versión de 1979 del Gran Oriente de Francia, que es según la cual la GLEDE reconoció el Rito de la Logia.
Ya señalamos que una primera característica de los rituales consiste en que ellos reflejan la línea o evolución ideológica de la microsociedad masónica en distintos lugares y tiempos y hemos visto, en grandes líneas, la evolución del Rito Francés. Pero a esto debemos añadir una segunda característica de los ritualeslos rituales constituyen el instrumento por medio del cual se expresa la doctrina del respectivo rito, considerando que cada rito refleja un distinto tipo de masonería o al menos una particular y diferenciada ideología masónica. Es en este contexto que considero debemos entender a los ritos que practicamos en nuestras logias. Para algunos hermanos formados en el tradicionalismo, que piensan que la masonería es apolítica, puede constituir una aberración hablar de izquierdas o derechas en masonería o comparar los ritos con corrientes ideológicas o partidarias, pero un estudio histórico de los mismos nos muestra que esa fue la realidad de su surgimiento y de los grandes momentos de los que nos enorgullecemos, la cual pervive, aunque sea en forma soterrada o inconsciente.

Desde esta perspectiva, ritos como el Yorkino y el Escocés vienen a constituir el ala conservadora y tradicionalista de la masonería (pese a que este último tenga en su seno hermanos y logias progresistas); el Rito Francés o Moderno representa el ala liberal (pero por su carácter amplio se desarrollan en su seno elementos conservadores); y el Rito Francés Primitivo constituiría la corriente de izquierda.

De lo anterior se desprende una tercera característica de los ritualeslos rituales establecen unos particulares entornos de trabajo para las logias y para las grandes logias, los cuales brindan una mayor o menor libertad y democracia, de conformidad con la ideología y concepción de poder del respectivo Rito, fundada en su historia y prácticas: monárquica el Yorkino, aristocrática el REAYA, y más cercana a la democracia los franceses. Es por esto que en el Gran Oriente de Francia se pueden practicar distintos ritos, pero el de base y rito oficial de la obediencia es el Francés o Moderno, lo que equivale a contar con una constitución o reglas de juego que establecen un entorno de trabajo semejante al de la democracia liberal. Pero las obediencias que tienen otro rito como base, por ejemplo la Gran Logia del Perú el York y la Gran Logia de Chile el Escocés, cuentan con unos entornos de trabajo que no se corresponden con la democracia liberal sino con la concepción ideológica y de poder de sus respectivos ritos.

En el caso de la Gran Logia Equinoccial del Ecuador, ésta heredó de la Gran Logia del Ecuador la ritualidad yorkina para tenidas de Gran Logia, la cual no ha cambiado en su esencia, y su primera Constitución respondió a esa concepción ideológica y de poder, que es conservadora y autocrática. Pero en este caso, la ritualidad y la normativa son manifestaciones de la ideología y entorno de trabajo y de poder yorkinos, que constituyen una cultura muy fuerte, pues la docencia y la literatura tradicional siguen esta tendencia, a lo que se suma una visión particular de muchos de sus docentes, que identifica los principios y características de su rito con los principios y características de toda la masonería. Por todo esto, y porque el escocismo de la GLEDE ha sido fuertemente influenciado por las concepciones yorkinas, especialmente jurídicas, no es de extrañar que en el último proceso de reforma estatutaria no solo se mantuvo sino que se fortaleció esta concepción, pese a que a muchos hermanos nos parezca un contrasentido que la masonería haya luchado históricamente por los derechos humanos y la democracia y en su vivencia interna practique la exclusión y la autocracia.

Una cuarta característica de los rituales radica en que los rituales, en cuanto expresión doctrinaria de los ritos, constituyen guías teóricas e ideológicas para la acción, y la concepción del trabajo o praxis masónica varía entre los distintos ritos. El llamado Rito York y el Rito Francés coinciden en su praxis filantrópica, aunque en el primero su fundamento es caritativo cristiano y en el segundo solidario laico; el REAA y el Rito Francés coinciden en su preocupación por el análisis y la propuesta social; mientras el Primitivo Francés es claramente político. Pero los ritos y rituales utilizan la ideología masónica de conformidad con el contexto social: en los ritos conservadores no se cuestiona la sociedad mientras ésta sostenga los intereses de sus miembros, generalmente de clases medias altas y altas, y tienden a convertirse en clubes sociales y hasta seudo esotéricos, por lo cual sus organizaciones tienden a ser vistas desde fuera como instituciones anacrónicas. Un rito liberal, como el Francés Moderno cuestiona la sociedad si en ésta se violan principios liberales, como los derechos humanos y el laicismo, o centra sus preocupaciones en la pequeña sociedad masónica interlogial para luchar por este mismo tipo de principios liberales: libertad de conciencia, democracia.

Esto se debe a que estos principios constituyen el común denominador de sus integrantes, en un entorno de trabajo que propicia que sus miembros tengan ideologías distintas. En países desarrollados en que este rito cuenta con muchos integrantes y se conforma con miembros provenientes de clases medias intelectuales y progresistas, las propuestas y acciones han tomado un giro más hacia la izquierda, en torno a una concepción del laicismo vinculada al compromiso social.

 Pero en nuestro contexto, si bien el Rito Francés es bueno como espacio de trabajo democrático, hasta el momento ha resultado poco eficaz como guía ideológico-política para la acción, ya que en la macrosociedad su ideología equivale a la de un partido liberal, es decir tiene poca actualidad o vigencia como propuesta transformadora, y se ve limitado por la heterogeneidad de sus miembros, incluidos los conservadores; aunque puede justificarse internamente dentro de una microsociedad masónica conservadora, como contrapeso o fuerza equilibradora. Por su parte, los ritos progresistas, como el Primitivo Francés, si bien tienen una línea ideológico-política mucho más adecuada para la propuesta y emprendimiento de acciones de cambio en la macrosociedad, se ven limitados a la hora de la acción, debido a que su rigor y reserva implica contar con pocos integrantes comprometidos prioritariamente con este Rito, los cuales, si han estado previamente vinculados a otros ritos, pasan por un período de re-formación para superar la dificultad de asumir el trabajo masónico de manera distinta, pues están acostumbrados a considerar que éste consiste solo es escribir planchas y asistir a logia, ya que la masonería tradicional y la comodidad de sus templos genera aburguesamiento.

El desarrollo que ahora muestra el Rito Francés Moderno en castellano, con el Gran Oriente Ibérico, un grupo de logias federadas al Gran Oriente de Francia, y otras dependientes de otras obediencias, se ha producido en menor tiempo que el de existencia de la Logia Eugenio Espejo, ya que ésta fue –salvo el GOLA- pionera y tuvo contacto con quienes formaron algunas de las primeras logias que ahora pueden verse en los sitios web referidos en el correo del Q:. H:. Guerra. La diferencia estriba en que esas logias, principalmente españolas, surgieron con mucho esfuerzo propio, en distintas ciudades, en distintos templos, muchas de ellas al margen de las obediencias preexistentes, priorizando el estudio de la nueva ritualidad. En nuestro caso, nos aferramos a la GLEDE y a su templo, y con ello hemos corrido su misma suerte.

Por último, una quinta característica de los rituales es que los rituales tienen un gran poder de influencia, pues de tanto repetirse y escucharse tienen un efecto similar al de la publicidad, y nos inculcan ideas a través de símbolos y mitos que por lo general llegan directamente a nuestro inconsciente, y conforman grupos de ideas que constituyen verdaderas ideologías. Por esto no es de extrañar que hermanos que en la macrosociedad se los ha considerado progresistas, en nuestra microsociedad masónica puedan ser conservadores. El rito influye e influye mucho. Y quien se inicia en la masonería no sabe que también se adscribe a un rito y con ello comienza el proceso de adquisición de una ideología masónica. En el caso del Rito Francés, según lo practicamos, su ideología liberal y democrática no ha aportado mucho más que lo que ya piensa un ciudadano respetable que desea iniciarse, sobre todo si los procesos de selección previos no son rigurosos o se basan en recomendaciones de hermanos aprendices, que conocen poco de masonería y del rito, y a los que no conocemos suficientemente.

¿Qué hacer frente a todo esto? Para comenzar pienso que es importante “abrir bien los ojos” y analizar las situaciones, estructuras e ideas muy críticamente. Luego de ello deberíamos ser sinceros con nosotros mismos y contestarnos si el tipo de masonería que practicamos es la que nosotros concebimos y queremos. A continuación vienen las decisiones difíciles, pues si la respuesta a la pregunta anterior es negativa, aún nos enfrentamos al peso que tiene la costumbre y la comodidad. Algunos entendemos la masonería según las implicaciones dadas a su lema por la Logia Voltaire: “Siempre Adelante”, vanguardia de cambios en la sociedad; pero nos topamos con unas tradiciones, unas costumbres, una forma de hacer las cosas, que no son parte de la esencia masónica, y sin embargo están muy arraigadas en nosotros, e incluso nos gustan y nos aferramos a ellas, por lo que nos costaría mucho renunciar a ellas. En el fuero interno sabemos que tarde o temprano tendríamos que hacerlo si queremos “ser consecuentes entre los dichos y los hechos”, según reclamaba nuestro recordado H:. Lucho German.

Pero una decisión de reenfoque de nuestro quehacer, o de nuevo inicio, solo es posible y útil si se la hace en coincidencia con otros hermanos de pensamiento similar, ya que para la acción efectiva no es suficiente la fraternidad, sino que se requiere imprescindiblemente la coincidencia de ideas, la coincidencia ideológica masónica. Pero aún contando con esto se puede fracasar. Un colectivo de hermanos con una clara ideología masónica común puede hacer cosas importantes, pero el error es confundir medios con fines y no planificar. Y se suele pensar que la acción masónica debe realizarse al interior de la microsociedad masónica, olvidando la macrosociedad a la que nos debemos. Se considera más importante la conformación de un cuadro logial, la vanidad de un alto grado, o un puesto en Gran Logia, que el establecimiento de objetivos de trabajo en la sociedad, a mediano y largo plazo. Se cree que un plan de trabajo es una lista de temas de planchas. Y se piensa que el trabajo masónico es fundamentalmente intelectual. Sin la superación de todo lo señalado, en el mejor de los casos incurriremos en el mero activismo, sin guía ideológica, sin planificación, sin metas, sin logros trascendentes. La ritualidad se convertirá en rutina.

Sin embargo, las decisiones y las acciones individuales y concertadas de los miembros convencidos de una determinada tendencia ideológica masónica pueden tardar e incluso no concretarse. Pero hay un trabajo personal y grupal que es posible e inmediato: el estudio, la investigación, el análisis y la crítica, que superen los lugares comunes y las concepciones tradicionales y tradicionalistas, pues “saber es poder”, y brindan mejores posibilidades para planificar la acción y la trascendencia, para lo cual pueden retomarse anteriores emprendimientos que hayan quedado truncos. Pero también, en este sentido, el Círculo de Estudios de Rito Francés “Roettiers de Montaleau” constituye un ejemplo digno de ser emulado.

Agradezco al querido hermano Pancho por su constante inquietud y sus comunicaciones, que constituyen un poderoso incentivo para realizar reflexiones como la presente, que solo pretende resaltar la importancia de los estudios masónicos para interpretar nuestra situación presente y analizar las perspectivas futuras. O la relación entre memoria, nostalgia y esperanza, de la hermosa cita de Benedetti que reproduce en su último correo.

Con un fuerte abrazo fraternal,

Guillermo Fuchslocher, M:. M:.
Valle de Quito, 28 de junio de 2009, e:. v:.


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